¿Debe Estados Unidos dejar de habilitar a Israel?
Mantengo que, independientemente de las vicisitudes políticas, estratégicas, demográficas y regionales, la opción de dos Estados sigue siendo la única solución viable y sostenible para el conflicto israelí-palestino; La solución de un Estado es simplemente un no iniciador. También sostengo que los sucesivos gobiernos israelíes, independientemente de sus inclinaciones políticas, perpetuaron la ocupación. Crearon lo que efectivamente es un Estado de apartheid en Cisjordania aplicando diferentes leyes, diferentes caminos para viajar y un aparato de seguridad diferente, todos diseñados para reprimir a los palestinos.
El público israelí está envuelto en la ilusión de que el status quo se puede mantener durante otros 50 años, o incluso de manera indefinida. El público se ha vuelto complaciente hasta el punto de que el conflicto con los palestinos ya no es un problema que merece una atención especial.
Los gobiernos israelíes de derecha, en particular, han representado a los palestinos como el enemigo perpetuo comprometido con la destrucción del país, y no se puede hacer mucho más que mantenerlos a raya por la fuerza.
Netanyahu cambia su narrativa para adaptarse al momento político, pero no puede cambiar los hechos en el terreno. Las duras políticas que Israel está aplicando a los territorios ocupados, diseñadas para obligar a los palestinos a rendirse con desesperación y renunciar, han fracasado. En el proceso, Israel precipitó el surgimiento de una nueva generación de extremistas palestinos que no solo superan en número a los que se han ido, sino que, a diferencia de sus mayores, están decididos a resistir la ocupación a toda costa.
Todas las conversaciones sobre la creación de una confederación entre los palestinos, Jordania y, potencialmente Israel, no irán a ninguna parte. Los palestinos deben tener su propio Estado primero, y unirse a esa confederación como un socio igual e independiente cuando lo deseen.
Más que cualquier otra Administración, Trump le ha permitido a Netanyahu actuar como le plazca contra los palestinos en Gaza y Cisjordania con impunidad. Proporcionándole el apoyo político que le permite mantener su adicción a la ocupación.
Dado que solo EEUU puede persuadir, presionar o coaccionar a Israel para que acepte una solución de dos Estados, EEUU debe asumir la responsabilidad moral de actuar para salvar a Israel de la pendiente resbaladiza que pone en peligro su propia supervivencia mientras empuja a los palestinos a un punto de no retorno. Un llamado de atención está pendiente tanto para Israel como para los EEUU.